lunes, 18 de mayo de 2015

Así vive un niño en Silicon Valley, la meca de la tecnología


En Silicon Valley trabaja gente que ha cambiado y cambia el mundo, como Mark Zuckerberg o como lo hizo en su día el fallecido Steve Jobs, auténticos ejemplos de éxito y un espejo en el que los menores deberían mirarse. Pero, ¿es bueno que un niño crezca en la meca de la tecnología y el emprendimiento y que aprenda a programar en lugar de jugar?
El portal América Economía ha charlado con una estudiante de preparatoria que también está aprendiendo a programar, Danniella Maydan, una joven que creció en Palo Alto y que opina que criar a los más pequeños en un entorno como el que ofrece Silicon Valley tiene tanto ventajas como desventajas.
En cuanto a las ventajas, Daniella señala que lo que más le gusta a ella es el clima laboral y que es un lugar muy seguro, donde apenas no hay delincuencia, por lo que un niño puede salir a explorar sin necesidad de preocuparse. La comunidad que allí reside es muy liberal, por lo que aceptan a las personas LGTB, y, como no podía ser de otra manera, son personas brillates, innovadoras y educadas, por lo que crecer aquí es sinónimo de conseguir unos altos estándares educativos.
En Palo Alto, según recoge el portal, los niños no se preocupan por ser populares y se valora el trabajo duro, por lo que de ahí pueden salir empleados muy trabajdores y dedicados. Por otra parte, los colegios son fantásticos, por lo que los menores recibirán una educación increíble.
En cuanto a las desventajas que enumera Maydan, la primera que llama la atención es la de los estereotipos. Asegura que si una persona es asiática o india ya se da por hecho que es inteligente; sin embargo, si es de una minoría, como la negra o la hispana, la gente asumirá que no es del todo brillante. Además, ir al colegio puede resultar muy estresante ya que en un aula hay muchas personas brillantes y hay que trabajar mucho para destacar.
Otro de los inconvenientes es que parece que los jóvenes viven en una burbuja. "Vivimos en una zona muy rica y privilegiada. Todos quienes nos rodean fueron a una universidad, fundaron su startup y tal vez incluso se han convertido en un millonario antes de los 25 (...) ¡No tenemos ni idea de cómo es el mundo real!", protesta Maydan.
Otros dos puntos que señala la estudiante es, por un lado, la enorme brecha entre los ricos y la clase obrera, y que la mayoría de la gente piensa que el inglés y la historia como asignaturas son meras bromas, por lo que loo único que importa son las matemáticas y la ciencia. Daniella confiesa que la zona es fantástica y que como madre le gustaría que sus hijos creciesen en un entorno como ese, pero como estudiante no está tan segura.

Aprender a programar, ¿sí o no?

Daniella Maydan asegura que descubrió que aprender a programar fue una de las mejores decisiones que tomó en su vida y cree que eso podría ayudar a los niños por varias razones, como que no es solo útil para las ingenierías, también para el resto de profesiones.
La aún estudiante asegura que aprender a programar enseña al pequeño a pensar y a afrontar los problemas de manera creativa y práctica. Por último, asegura que le enseña al niño a dedicarse plenamente a su trabajo y que es divertido: "Sí, es difícil, pero ¿por qué jugar los mismos juegos una y otra vez, cuando puedes crear los tuyos propios?".

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